Autos Chinos en México: ¿Una Amenaza para la Industria Automotriz de Estados Unidos?
La llegada imparable de vehículos eléctricos chinos al mercado estadounidense está generando una profunda preocupación entre los fabricantes locales y los legisladores del país norteamericano. Aprovechando las reglas comerciales del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), firmas automotrices chinas han establecido operaciones en México para ensamblar vehículos eléctricos que luego exportan a Estados Unidos con aranceles reducidos o nulos. Esta estrategia está poniendo en jaque a la incipiente industria automotriz eléctrica estadounidense, que enfrenta precios elevados y una competencia feroz.
Estos coches eléctricos chinos, conocidos por su bajo costo y eficiencia, podrían representar un golpe devastador para los fabricantes de autos eléctrico estadounidenses, cuyos modelos suelen costar alrededor de 55 mil dólares, aproximadamente el doble que sus contrapartes chinas. La Alianza de la Manufactura Estadounidense ha advertido que esta situación podría ser un "evento de nivel de extinción" para la industria automotriz de Estados Unidos.
Para contrarrestar esta amenaza, el país norteamericano está considerando diversas estrategias. Una opción sería impugnar el estatus de los vehículos eléctricos chinos bajo las normas del T-MEC, argumentando que no deberían beneficiarse de aranceles bajos debido a su ensamblaje en México. Además, existe la posibilidad de presionar a México para que restrinja la entrada de estos vehículos, o incluso de imponer prohibiciones basadas en la seguridad nacional, argumentando riesgos asociados con la tecnología y la posibilidad de ciberespionaje.
El presidente Biden ya ha intensificado los aranceles sobre los automóviles eléctricos chinos al 102.5%, un incremento significativo desde el 27.5% bajo la administración anterior. Sin embargo, las complejidades legales y las posibles disputas comerciales podrían dificultar la implementación efectiva de estas medidas.
En términos de mercado global de coches eléctricos, el gigante asiático actualmente domina con una participación abrumadora, produciendo casi el 62% de los 10.4 millones de vehículos eléctricos en el mundo el año pasado. En contraste, Estados Unidos apenas representó menos del 10%. Esta disparidad subraya la creciente presión que enfrentan los fabricantes estadounidenses para competir a nivel global en el sector de vehículos eléctricos.
La discusión sobre quién dominará la fabricación y venta de vehículos eléctricos de cero emisiones no solo tiene implicaciones económicas, sino también estratégicas y de seguridad nacional. Con China avanzando rápidamente en tecnología y costos, y Estados Unidos enfrentando desafíos internos y externos para mantener su competitividad, el futuro de la industria automotriz eléctrica en ambos países está en juego.
El próximo paso para el principal socio comercial de México podría ser revisar el T-MEC en 2026, buscando ajustes que limiten o excluyan la entrada de vehículos eléctricos chinos desde México. Mientras tanto, las decisiones estratégicas y las políticas comerciales seguirán siendo cruciales para determinar el curso de esta disputa transfronteriza que tiene implicaciones globales significativas.
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