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¿Cómo impacta apreciación del peso en el comercio exterior?


La apreciación del peso mexicano frente al dólar ha generado impactos diferenciados en el comercio exterior del país, según expertos en economía. Raúl Feliz, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), señala que esta apreciación tiene consecuencias diversas para diferentes actores económicos.


Por una parte, para los exportadores de materias primas, como el aguacate, el mayor valor del peso frente al dólar implica que sus exportaciones valgan menos en términos de la moneda estadounidense. Esto se debe a que deben pagar sus costos domésticos en moneda nacional, como la mano de obra. Por otro lado, para los importadores de gasolina, sus ingresos en pesos por la venta de este combustible en México les rinden más al momento de adquirirlo en Estados Unidos.

En el caso de los productores de manufacturas, la situación se encuentra en un punto intermedio. La mayoría de ellos importan insumos desde Asia para producir bienes finales en México y exportarlos a Estados Unidos. Con la apreciación del peso, los insumos importados se abaratan, lo que beneficia a las empresas que los utilizan en la producción de bienes exportables en dólares. Sin embargo, estas mismas empresas ven incrementados sus costos relacionados con la producción local, lo que puede contrarrestar parcialmente los beneficios.


Raúl Feliz destaca que el impacto del tipo de cambio es complejo y depende de cada sector industrial o empresa en particular. Existen múltiples factores que influyen en el balance total, en un país donde existe libre comercio en gran parte de las exportaciones e importaciones, así como libre flotación en el tipo de cambio.


Desde una perspectiva más amplia, Feliz señala que el fortalecimiento del peso frente al dólar es positivo para el país, siempre y cuando no afecte la estabilidad financiera, el empleo, las exportaciones y otros indicadores clave de la economía mexicana. En este contexto, el investigador sugiere incrementar la demanda doméstica a través de mayor inversión y consumo.

Además, Feliz opina que el Banco de México o la Secretaría de Hacienda deberían intervenir en la medida de lo posible para evitar una apreciación excesiva del peso. Un aumento excesivo en el valor del peso puede llevar a que las empresas se endeuden más en dólares, lo que podría generar presiones en sentido contrario en el tipo de cambio.


La apreciación del peso está asociada con políticas fiscales y monetarias prudentes, equilibrio en las cuentas externas, flujos de remesas y el diferencial de tasas de interés en comparación con otras economías.

A pesar de la apreciación del peso, algunos expertos advierten que esta fortaleza no necesariamente genera impactos positivos en la economía mexicana, especialmente en el comercio exterior. Jessica Roldán, economista en jefe de Finamex, explica que los productos denominados en pesos y vendidos en dólares se vuelven más costosos. Aunque los extranjeros adquieran la misma cantidad de bienes, esto se traduce en menos pesos para los exportadores. Sin embargo, una moneda fuerte puede ayudar a disminuir las estructuras de costos, lo que podría beneficiar al consumidor mexicano a través de precios más bajos.


Las importaciones intermedias no petroleras representan la mayor parte de las compras internacionales de México. En este sentido, Víctor Ceja, economista en jefe de Valores Mexicanos (Valmex), destaca que es necesario buscar un déficit relativamente pequeño en la balanza comercial, financiado a través de inversión extranjera directa.


El tipo de cambio actual del peso frente al dólar ha alcanzado niveles no vistos desde 2015. Sin embargo, se espera que se mantenga en esos niveles en el corto plazo, y algunos expertos proyectan que al cierre del año podría llegar a los 18 pesos por dólar. Para el próximo año, se estima que niveles cercanos a 18.50 o incluso 19 pesos por dólar estarían más en línea con las características estructurales de la economía mexicana.


Aunque un tipo de cambio fuerte no limita el comercio de México con Estados Unidos y el mundo, encarece las exportaciones manufactureras, automotrices y agroalimentarias. Sin embargo, Mario Correa Martínez, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivo de Finanzas (IMEF), considera que este fenómeno refleja la creciente demanda de Estados Unidos por productos mexicanos.


La apreciación de nuestra moneda nacional frente al dólar tiene impactos diferenciados en el comercio exterior del país. Mientras que algunos sectores se benefician por el abaratamiento de los insumos importados, otros enfrentan mayores costos de producción. Aunque una moneda fuerte puede generar ventajas en términos de disminución de costos y precios más bajos, también puede afectar la competitividad de las exportaciones. Es necesario mantener un equilibrio en el tipo de cambio para salvaguardar la estabilidad económica y promover la demanda doméstica.

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