DEAN Diálogo Económico de Alto Nivel, Estados Unidos de América y México
A principio de septiembre, México y Estados Unidos retomaron el primer Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN), que se celebró por primera vez desde 2016 después de que el expresidente Donald Trump lo abandonará tras una serie de altercados que tuvo contra México. La intención de esta reunión es el de fortalecer la cooperación económica y comercial entre ambas naciones.
Estados Unidos y México acordaron trabajar en conjunto para combatir los desafíos del cambio climático, los ataques cibernéticos, hacer que las cadenas de suministro compartidas, especialmente para los semiconductores y la industria automotriz, sean más competitivas, e invertir en programas sociales para desincentivar la migración irregular a través del desarrollo económico de la región centroamericana.
Si bien el DEAN no es un mecanismo de resolución de disputas comerciales debido a que estos recursos se encuentran en el marco del Tratado México-Estados Unidos Canadá (T-MEC), esta clase de reuniones ayuda a resolver posibles problemas que puedan surgir y evitar que se vuelvan aún mayores.
Durante el encuentro, nuestro vecino del norte mostró gran interés en el tema de los semiconductores principalmente debido a la escasez mundial de este elemento y las ventajas competitivas que su rival económico, China, tiene sobre su fabricación. Y es que esta escasez no sólo afecta a la producción de artículos tecnológicos, sino también a la de automóviles, provocando así que los fabricantes automotrices de la región reduzcan la producción previamente proyectada, lo cual es un grave golpe para el enorme sector automotriz de México. Por ejemplo, respecto al 2020, este año la producción y exportación de automóviles no presentará crecimiento como consecuencia de la falta de semiconductores de acuerdo con Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Para hacer frente a esta crisis, los dos países crearán un grupo de trabajo bilateral sobre cadenas de suministro que tenga como objetivo proteger sus industrias y satisfacer la demanda mundial de este insumo tecnológico.
Por su parte, México discutió la necesidad de "sentarse con industrias o empresas y poder detallar los componentes de los semiconductores" para determinar qué partes se fabricarían en México o Estados Unidos, dijo la ministra de Economía mexicana, Tatiana Clouthier.
Como resultado, ambos socios acordaron cuatro pilares de enfoque para las conversaciones de alto nivel y aprobaron una agenda el mismo día del encuentro.
El primer pilar es el de construir una cadena de suministro más grande y competitiva, posicionando a la región como líder mundial en la fabricación e innovación de semiconductores, así como la modernización de la frontera entre Estados Unidos y México.
El segundo pilar es promover el desarrollo económico y social sostenible en el sur de México y Centroamérica a través de programas sociales como "Sembrando Vida" y "Jóvenes Construyendo el Futuro". Los representantes de la Unión Americana piensan acceder a apoyar estos programas porque son vistos como políticas claves destinadas a abordar y solucionar de raíz las causas económicas que impulsan la inmigración a Estados Unidos. Sin embargo, y a pesar del apoyo que se le está dando a México, los representantes del gobierno estadounidense no ahondaron sobre la reciente decisión de la Corte Suprema de ordenar la reactivación del programa "Quédate en México", que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano su cita ante tribunales.
Los dos últimos pilares tratan de la seguridad cibernética y el desarrollo de la fuerza laboral.
Los representantes de México en las conversaciones bilaterales fueron: el canciller Marcelo Ebrard, la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier; y los subsecretarios de Hacienda, Gabriel Yorio; y Comercio Exterior, Luz María de la Mora; así como el encargado de América del Norte de la cancillería, Roberto Velasco; y el embajador mexicano en Estados Unidos, Esteban Moctezuma.
Por su parte la delegación estadounidense fue encabezada por: la vicepresidenta, Kamala Harris; los secretarios de Estado, Antony Blinken; Comercio, Gina Raimondo; y Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas. También asistieron la representante comercial de Estados Unidos (USTR), Katherine Tai; la administradora de la agencia para el desarrollo internacional USAID, Samantha Power y el embajador estadounidense en México, Ken Salazar.
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