México ante la oportunidad de los semiconductores: un desafío global y una ventaja estratégica

La competencia global por dominar la industria de los semiconductores ha llegado a un nuevo nivel, y México está en una posición clave para formar parte de esta reestructuración. A pesar de que aún no cuenta con una estrategia nacional consolidada en esta área, las iniciativas y discusiones a nivel federal y estatal demuestran que el país no se ha quedado atrás en esta carrera porsatisfacer la creciente y estratégica demnada por los microchips. Con la reciente noticia de que Estados Unidos impulsará la producción de semiconductores en Latinoamérica, mediante acuerdos para financiar proyectos en México, Panamá y Costa Rica, la presión para desarrollar una estrategia clara ha aumentado considerablemente. El reloj está corriendo, y México debe tomar acción.

La producción de semiconductores a nivel mundial está concentrada en Asia, que controla el 76% de la manufactura de obleas para chips. Sin embargo, Estados Unidos todavía domina el 50% del mercado de semiconductores en general. La creación de ecosistemas locales que promuevan la producción y el ensamblaje de semiconductores es una de las claves para competir en este mercado, y México puede aprovechar su cercanía con Estados Unidos para posicionarse estratégicamente.

En 2024, se han celebrado dos ediciones del Foro de Colaboración para Semiconductores México-Estados Unidos, una en Guadalajara en febrero y otra en Tijuana en junio. Esta iniciativa, respaldada por la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CANIETI) y la Embajada de Estados Unidos en México, ha reunido a actores de los sectores público y privado con el objetivo de crear un plan maestro para la industria de semiconductores en México. Se espera que este plan sea entregado al gobierno electo en octubre de 2024, durante el tercer encuentro del foro.

Además, los Diálogos Económicos de Alto Nivel (DEAN) han servido para fortalecer la cooperación entre ambos países en esta área estratégica. Por su parte, estados como Baja California, Chihuahua y Jalisco ya han tomado medidas para elevar su presencia en la industria de los semiconductores, consolidándose como regiones clave para el nearshoring, una tendencia creciente en la que las empresas trasladan sus operaciones a países cercanos.

Uno de los casos más destacados es Jalisco, estado que ha aprovechado la creación del CHIPS Act en Estados Unidos, una ley diseñada para reducir la dependencia de proveedores extranjeros en la fabricación de semiconductores. Con su propia política pública, el Jalisco Tech Hub Act, lanzada en 2022, este estado busca convertirse en un referente latinoamericano en innovación y tecnología.

El enfoque basado en el modelo de la ‘triple hélice’ ––academia, industria y gobierno–– ha impulsado programas de capacitación, espacios de innovación y coworking, y el apoyo a startups, sentando las bases para un futuro prometedor.

Además, la pandemia ha puesto en evidencia la importancia del ecosistema electrónico y automotriz, dos de los sectores de mayor crecimiento en México y que generan la mayor demanda de semiconductores. La oportunidad es clara: México puede no solo ayudar a mitigar la crisis actual de semiconductores, sino también posicionarse como un centro estratégico de producción a largo plazo.

A pesar de los avances, México aún enfrenta desafíos importantes. La consolidación de una industria de semiconductores competitiva requiere mejorar la infraestructura energética, hídrica, logística y de telecomunicaciones, elementos clave para atraer a grandes empresas del sector. La unificación de esfuerzos entre los sectores público, privado y académico será esencial para alcanzar este objetivo.

En definitiva, México tiene las cartas a favor para convertirse en un jugador clave en la industria global de semiconductores. Ahora es el momento de actuar y aprovechar esta oportunidad única para impulsar el desarrollo tecnológico, fortalecer la economía y contribuir a la estabilidad global de la cadena de suministro de chips. ¡El futuro de los semiconductores en México está por escribirse!