México y Canadá buscan frenar la ofensiva comercial del presidente D. Trump
Frente a las constantes amenazas arancelarias del presidente Donald Trump, México y Canadá han decidido dejar de lado sus diferencias recientes y trabajar en conjunto para enfrentar las tensiones de su mayor socio comercial.
Con la posibilidad de que se impongan aranceles del 25 % a todas las exportaciones hacia Estados Unidos, ambos países buscan proteger su relación comercial y minimizar el impacto negativo en sus economías.
Desde su regreso a la Casa Blanca, el presidente ha señalado su intención de imponer estos aranceles como represalia por el aumento de la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo hacia territorio estadounidense, así como limitar la influencia comercial china en la región. Según sus declaraciones, estas medidas podrían entrar en vigor el 1 de febrero, afectando gravemente a México y Canadá, cuyas economías dependen en gran medida del mercado estadounidense.
El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha sido una piedra angular para las economías de los tres países, con México y Canadá enviando alrededor del 75 % de sus exportaciones a Estados Unidos. Sin embargo, esta dependencia los ha hecho vulnerables ante las demandas de Washington. Aunque México y Canadá comparten intereses económicos, su relación bilateral ha atravesado momentos complicados. En noviembre, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sugirió estar dispuesto a excluir a México del T-MEC y calificó la inversión china en territorio mexicano como problemática, lo que generó fuertes críticas desde la Ciudad de México.
No obstante, la amenaza arancelaria de Trump ha obligado a ambos países a coordinarse. Según funcionarios de ambos gobiernos, se han intensificado las reuniones y llamadas entre ministros, buscando construir un frente común para convencer a Estados Unidos de que los aranceles perjudicarían a los tres socios comerciales.
Diego Marroquín Bitar, analista del Wilson Centre, destacó que "el ruido político pudo haber causado demoras en Ottawa, pero los canadienses parecen haber entendido finalmente que una mejor coordinación con México es crucial".
Ambos países han preparado medidas en caso de que Trump cumpla sus amenazas. México, por ejemplo, ha diseñado una lista de productos estadounidenses que recibirían aranceles rotativos para presionar a legisladores republicanos clave. Por su parte, Canadá planea imponer sanciones selectivas que maximicen el impacto en Estados Unidos sin dañar significativamente su propia economía.
Además, tanto México como Canadá han ofrecido concesiones a la administración Trump en temas como seguridad fronteriza. México ha intensificado su control migratorio y acordado aceptar de vuelta a solicitantes de asilo que esperan sus casos en territorio estadounidense. Por otro lado, Canadá ha comprometido más de mil millones de dólares para fortalecer la seguridad en su frontera.
La sombra de la renegociación del T-MEC
A medida que se acerca la revisión del T-MEC en 2026, Trump ha dejado en claro su intención de renegociar el tratado para reducir la influencia china en la región y limitar el contenido extranjero en sectores clave como el automotriz. Este enfoque ha añadido presión a México y Canadá, que buscan proteger los términos actuales del acuerdo.
El presidente también ha lanzado declaraciones controvertidas, sugiriendo incluso que Canadá podría convertirse en el estado número 51 de Estados Unidos como solución al déficit comercial. Aunque sus comentarios han sido recibidos con escepticismo, reflejan la postura agresiva que Washington podría adoptar en las próximas negociaciones.
El reto para México y Canadá no solo radica en evitar los aranceles, sino en preservar la estabilidad de una relación comercial esencial para sus economías. La estrategia conjunta de ambos países busca enfatizar que las tarifas serían perjudiciales para todos, incluidos los consumidores y empresas estadounidenses.
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