China impone tarifas portuarias a barcos estadounidenses: impacto en costos logísticos y comercio global
- Almeida & Alatorre

- hace 12 horas
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China anunció la entrada en vigor de “tarifas portuarias especiales” a embarcaciones construidas u operadas por Estados Unidos a partir del 14 de octubre, como respuesta a las medidas similares que Washington adoptó en abril pasado contra barcos chinos.
El Ministerio de Transporte de China detalló que la tarifa será de 56 dólares por tonelada neta hasta abril de 2026, cuando aumentará a 89 dólares, con incrementos anuales posteriores. La tasa se aplicará por viaje a puertos chinos y no por cada escala, con un límite de cinco cobros anuales por buque.
Un aumento directo en los costos de transporte
La nueva tarifa podría elevar significativamente los costos de operación para las navieras estadounidenses, particularmente en rutas transpacíficas, que son esenciales para el comercio bilateral y regional. Para un buque promedio con capacidad de 50,000 toneladas, el cargo inicial representaría alrededor de 2.8 millones de dólares por viaje, aumentando a 4.45 millones de dólares tras el ajuste de abril.
Este incremento tendrá repercusiones en la estructura de precios del transporte marítimo, lo que podría trasladarse a las cadenas de suministro internacionales. Las empresas importadoras y exportadoras se enfrentarán a mayores gastos logísticos, reduciendo márgenes de ganancia y presionando los precios finales de bienes de consumo e insumos industriales.
Contexto geoeconómico
El gigante asiático calificó la medida como una “acción legítima para proteger los intereses de su industria naviera”. Sin embargo, especialistas advierten que este tipo de políticas recíprocas intensifican la fragmentación del comercio global, elevando la incertidumbre para los inversionistas y los operadores de transporte.
Además, las tarifas se suman a un escenario de altos costos en fletes marítimos tras la pandemia, la crisis en el Mar Rojo y la volatilidad de los combustibles. Analistas señalan que las navieras podrían redirigir rutas o reducir frecuencias para mitigar el impacto, lo que añadiría presión sobre la disponibilidad de espacio en los barcos y los tiempos de entrega.
Con esta decisión, Pekín y Washington trasladan su disputa comercial a la infraestructura portuaria y logística internacional, un sector estratégico para el flujo de mercancías globales. De mantenerse la política de escalada arancelaria en el transporte marítimo, se anticipa un incremento generalizado en los costos del comercio internacional y un riesgo adicional para el crecimiento económico mundial en 2026.
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