Presidente D. Trump desata una ola de aranceles que sacude el comercio global
- Almeida & Alatorre
- 15 abr
- 4 Min. de lectura
En un anuncio cargado de simbolismo y polémica, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, proclamó lo que denominó el “Día de la Liberación”, al presentar un paquete de aranceles que representa uno de los giros más agresivos en la política comercial estadounidense de las últimas décadas. Bajo el argumento de una “reciprocidad justa” frente a lo que considera décadas de abusos económicos, se impuso un arancel base del 10% a todos los productos importados, con tarifas significativamente más altas para más de 60 países, incluyendo potencias como China, la Unión Europea y Corea del Sur.
Ante una audiencia de simpatizantes y medios internacionales, Trump defendió su decisión como un acto patriótico de justicia económica. “Hoy apoyamos al trabajador estadounidense y finalmente ponemos a Estados Unidos en primer lugar”, declaró. Con una retórica incendiaria, acusó tanto a aliados como a rivales de “saquear” la economía estadounidense durante más de 50 años.
El nuevo mapa de aranceles
Estados Unidos aplicará aranceles del 10% a todos los productos importados. Sin embargo, el verdadero golpe recae sobre ciertas economías que enfrentarán impuestos más elevados: China (34%), la Unión Europea (20%), Japón (24%), Corea del Sur (25%) e India (26%). En el extremo se encuentran Vietnam (46%) y Camboya (49%), naciones emergentes que se han convertido en destinos clave de la manufactura global.
Además, se impone un arancel del 25% a todos los automóviles fabricados fuera de los Estados Unidos y se eliminan beneficios para paquetes pequeños procedentes de China, afectando directamente a plataformas como Shein y Temu.
Según la Casa Blanca, las medidas buscan corregir el déficit comercial récord de 918 mil millones de dólares registrado en 2024, y podrían generar ingresos anuales de hasta 600 mil millones de dólares, además de impulsar la industria manufacturera nacional.
América Latina: entre la afectación y la excepción
Latinoamérica no ha salido ilesa. Países como Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Perú deberán afrontar el arancel mínimo del 10%, mientras que Nicaragua (18%) y Venezuela (15%) fueron castigados con tasas mayores, en una aparente consecuencia de tensiones políticas persistentes.
Sin embargo, México y Canadá quedaron exentos de esta nueva ola arancelaria gracias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Los productos que cumplan con el tratado seguirán libres de impuestos, aunque aquellos que no cumplan enfrentarán aranceles del 25% (para bienes no incluidos en el T-MEC) y del 10% para productos como energía y potasa. Esta exclusión es vista por analistas como un movimiento estratégico de Trump y una oportunidad para fortalecer el fenómeno del nearshoring en territorio mexicano.
Reacciones globales: alarma y advertencias
La respuesta internacional ha sido inmediata y, en su mayoría, crítica. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió que los nuevos aranceles son “un duro golpe para la economía mundial” y prometió medidas de represalia si fracasan las negociaciones. Desde Asia, Corea del Sur reconoció que “la guerra comercial global ya es una realidad”. En América del Sur, Brasil evalúa acudir a la Organización Mundial del Comercio (OMC), mientras Colombia analiza medidas para proteger su industria nacional.
Incluso en países que no fueron directamente afectados por la nueva ronda, como Canadá, el tono fue firme. “Es fundamental actuar con determinación”, declaró el primer ministro canadiense Mark Carney. En Reino Unido, organizaciones empresariales calificaron la medida como “profundamente preocupante” y advirtieron sobre alzas de precios y baja en la demanda.
¿El principio del fin del libre comercio?
Expertos coinciden en que las medidas anunciadas por Trump marcan un punto de quiebre en el sistema multilateral de comercio construido tras la Segunda Guerra Mundial, con Estados Unidos como uno de sus principales arquitectos.
“El sistema internacional de comercio se está desmoronando”, advirtió Gustavo Flores-Macías, profesor de políticas públicas en la Universidad de Cornell, quien también vaticinó aumentos inmediatos en los precios de productos básicos en Estados Unidos y cuestionó la viabilidad de una recuperación manufacturera a corto plazo.
Ken Rogoff, ex economista jefe del FMI, fue aún más drástico: “Esto es una bomba nuclear sobre el sistema comercial global”. Según la agencia Fitch Ratings, los nuevos aranceles podrían llevar a una recesión global y situar la carga arancelaria estadounidense a niveles no vistos desde 1910.
México y Canadá quedan exentos de los nuevos aranceles bajo el T-MEC
México y Canadá quedan exentos, por ahora, de los nuevos aranceles recíprocos anunciados por el presidente Donald Trump, gracias a las disposiciones vigentes del T-MEC. Aunque el mandatario acusó a ambos países de mantener déficits comerciales anuales de hasta 300 mil millones de dólares (México) y 200 mil millones (Canadá), un funcionario de la Casa Blanca confirmó que los productos que cumplan con el tratado seguirán libres de tarifas.
Sin embargo, los bienes que no cumplan con el acuerdo enfrentarán aranceles del 25%, y ciertos productos energéticos y minerales como la potasa serán gravados con un 10%.
Además, permanecen vigentes las órdenes emitidas bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) relacionadas con la migración y el tráfico de fentanilo. Este último, un opioide sintético extremadamente potente y altamente adictivo, ha sido una de las principales causas de muertes por sobredosis en Estados Unidos, lo que ha intensificado la presión de Washington sobre México para frenar su producción y tráfico.
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